Viajar con tu gato: todo lo que debes saber
Los gatos adoran su rutina, su comodidad y su territorio. Y cada vez que les metemos es un trasportín, es para todo lo contrario‚... rompemos su rutina y les alejamos de la seguridad que les proporciona su territorio. ¡No es de extrañar que los gatos sean reacios a entrar en el trasportín!
Pero no te preocupes, hay maneras de hacer que tu gato cambie de opinión sobre el trasportín. Además, te damos algunos consejos sobre cómo viajar con tu gato. Observa cómo nuestra vida moderna se diferencia de la de nuestros gatos.
Y cada vez que les metemos es un trasportín, es para todo lo contrario‚... rompemos su rutina y les alejamos de la seguridad que les proporciona su territorio.
¡No es de extrañar que los gatos sean reacios a entrar en el trasportín!
Primero, tienes que elegir un trasportín adecuado. No una cosa tan pequeña en la que tu gato apenas cabe. Debe ser lo suficientemente grande como para que pueda moverse dentro, tener aberturas grandes para que el gato respire y debe estar hecho con un material que se pueda limpiar fácilmente. Existen trasportines de todos los tamaños y formas, así que asegúrate de elegir el mejor para tu amigo felino.
Cómo hacer que tu gato se sienta cómodo en el transportín
Ahora que tiene un trasportín adecuado, continuaremos con el siguiente paso: introducir a tu gato en el trasportín. Requiere un poco de paciencia, pero los trucos y el entrenamiento son clave. Este es un proceso complejo y largo. Así que asegúrate de entrenar a tu gato para que se sienta cómodo con cada paso por separado antes de pasar al siguiente.
Los gatos no deben asociar al trasportín con una experiencia negativa. Para evitar esa asociación, puedes colocar el trasportín en algún lugar donde tu gato lo pueda explorar, y colocar algunas de las pertenencias allí, como su ropa de cama, para tener un aroma familiar. Así, el trasportín no estará asociado con visitas al veterinario o viajes. El aroma familiar tranquilizará a tu gato cuando esté en el trasportín y se sentirá más cómodo.
Los premios dados después de recibir el comportamiento esperado de tu gato, combinados con un sonido - ya sea una palabra o un clicker, por ejemplo - pueden ayudar a los gatos a relacionar el comportamiento con la recompensa. Además, verás que tu gato anticipará la recompensa por repetición. Mantén la misma rutina: primero el gato entra en el trasportín, después le das la recompensa. Es mejor para la aceptación a largo plazo. En un tiempo podrás reducir las recompensas.
Aunque no es la mejor manera de hacerlo, si tu gato aún no parece interesado en entrar en el trasportín, puedes intentar atraerlo con un juguete, por ejemplo. Evita jugar o podría excitarle demasiado y desanimarlo a entrar en el trasportín. Cuando tu gato esté completamente cómodo en el trasportín, tienes que enseñarle a estar relajado mientras está cerrado. También en ese caso, las recompensas pueden ayudar a que alcancéis esa etapa. Si tu gato muestra signos de incomodidad o se estresa, para la sesión inmediatamente y dale un descanso a tu gato. Las sesiones de entrenamiento deben ser cortas. Bloquear la visión de tu gato colocando una manta encima del trasportín, por ejemplo, puede ayudar a tranquilizarlo.
Cuando tu gato esté relajado en el trasportín con la puerta cerrada, entonces puedes pasar a las siguientes etapas: levantar el trasportín y caminar con él.
Cómo viajar con tu gato en el coche
Tener el gato relajado en el trasportín es un buen comienzo, pero luego viene el coche. Y es un nuevo nivel para tu gato. Puede llevar bastante tiempo acostumbrar a tu gato al coche. Una vez más, antes de viajar con tu gato, tendrás que dividir el proceso en pasos y hacer sesiones cortas.
Lo haremos por partes: primero con el coche parado, luego en las siguientes podemos ir encendiendo el motor, poniendo la radio, usando los intermitentes, moviéndose un poco‚...
Repasa las recomendaciones de la Jefatura de Tráfico para fijar el trasportín. En el suelo del coche suele ir más estable.
Dale premios o juega con él durante las visitas al coche para que le parezca divertido.
Sin embargo, cuando se trate de viajar en el coche, la duración de las sesiones debe aumentar de forma gradual. Cuando llegue el momento de viajar, evita las recompensas de comida, ya que pueden hacer que tu gato vomite.
Además de querer conseguir que tu gato disfrute de los viajes que vais a hacer juntos, nunca olvides asegurarlo con el cinturón para evitar los movimientos al máximo, y protegerle del sol y el calor excesivo en el coche.
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