¿Comportamientos a causa del estrés? Consulta a tu veterinario
¿Cómo empieza un gatito su día perfecto?
Por lo general, todo está bien en su mundo siempre que tenga una rutina y su día sea predecible.
Desde que se despierta hasta que rasca bien en su rascador, justo antes de saltar a tu cama para asegurarse de que también estás despierto, ¡sabe que su día ha comenzado estupendamente!
Pero, ¿qué hacer si tu gato ha comenzado a comportarse de manera diferente y no estás seguro de por qué? Si crees que tu gato siente dolor, o que puede tener una enfermedad subyacente, siempre debes hacer que un veterinario lo revise lo antes posible.
Cosas que tu veterinario necesita saber
¿Tu gato está más retraído de lo habitual?
Su lenguaje corporal te dará una idea de cómo se siente.
Por ejemplo: ¿está arqueando la espalda? ¿Cómo está su cola: en una posición erguida feliz o en un movimiento rápido que expresa estrés?
¿Han cambiado sus hábitos de alimentación?
Los hábitos alimenticios de los gatos pueden cambiar por muchos motivos, incluido el estrés. Tanto comer menos cómo comer más pueden ser signos de que tu gato necesita atención médica.
Siempre es recomendable que un veterinario lo revise para descartar problemas como una enfermedad renal, diabetes, trastornos de la tiroides, infecciones o enfermedades dentales.
¿Se siente feliz cuando lo tocas o acaricias?
A veces, si los gatos están estresados, solo quieren que los dejen a solas. Si sienten dolor, podrían estar evitando cualquier contacto que pueda empeorarlo.
¿Sigue queriendo jugar con sus juguetes?
Si tu gato ya no está interesado en jugar contigo, es posible que se sienta incómodo. Es posible que se sienta mal, así que lo último que le apetece en esas circunstancias es perseguir un juguete.
¿Duerme más de lo habitual?
A medida que los gatos se hacen mayores, sus sentidos pueden deteriorarse, lo que a su vez podría hacerles sentir nerviosos en su entorno, ya que no pueden detectar los cambios tan fácilmente.
Por esta razón, es posible que descansar en sus lugares favoritos sea más atractivo para ellos. O que ya no trepe a los lugares en los que descansaba antes y prefiera tumbarse en zonas con un acceso más fácil.
No asumas que tu gato mayor descansa más simplemente porque es eso: mayor.
Es mejor que un veterinario revise cualquier cambio en su comportamiento para descartar problemas médicos.
¿Han cambiado sus hábitos de aseo?
A medida que se vuelven menos ágiles, a los gatos mayores les cuesta más acicalarse y esto puede provocar un pelaje enmarañado o inflamaciones en su piel. Si tu gato se acicala menos de lo normal, podría ser una señal de que se siente dolorido o incómodo.
Por otro lado, el aseo excesivo puede ser un signo de estrés y ansiedad. También puede ser causado por dolor, alergia o pulgas.
¿Se esconde durante largos períodos de tiempo?
Los gatos se esconden instintivamente si sienten dolor o si se encuentran mal. Sus antepasados necesitaban mantenerse ocultos de sus depredadores en la naturaleza si resultaban heridos, por lo que está en sus genes.
Es posible que descubras que tu gato todavía hace lo mismo, por lo que podrías encontrarlo debajo de tu cama, donde se siente seguro, especialmente si está estresado.
¿Ha cambiado su nivel de actividad?
Si notas que tu gato no se mueve por la casa por la noche o no se sube a los estantes altos como lo haría normalmente, es posible que tenga una lesión.
También puede que camine con cautela y que elija subirse solo a lugares bajos. En esos casos, es posible que tu gatito sienta dolor o que se sienta ansioso y estresado ...y por eso se esconde en lugares donde se siente seguro.
¿Está usando su arenero?
Los gatos son animales muy limpios, por lo que si has notado que tu gato no está usando su arenero y está haciendo sus necesidades en otras áreas de la casa, como la alfombra, podría ser una indicación de que tu gatito no se siente bien.
Puede que a veces haga pis o caca fuera pero otras veces si use el arenero.
Es importante vigilar la frecuencia con la que tu gato usa el arenero. El gato promedio orina de 3 a 4 veces al día, por lo que si notas que tu gato usa el arenero significativamente más o menos de lo que lo hace normalmente, es necesario que lo revise un veterinario para detectar problemas de salud, como infecciones del tracto urinario.
Situaciones que causan estrés a tu gato
Una vez que tu veterinario haya descartado todas las causas médicas que pueden provocar cambios en su comportamiento, pasamos a pensar si es el estrés el responsable.
Piensa que situaciones en casa pueden haber influido:
- ¿Has estado moviendo muebles en casa? A los gatos no les gusta el cambio y si has movido su sofá favorito puede sentirse ansioso, frustrado o confundido.
- ¿Te estás mudando a otra casa? Cualquier trastorno causado por una mudanza puede causarle estrés a tu gato, pero hay formas de ayudarlo a superar este gran cambio en su entorno.
- ¿Ha habido una nueva incorporación en la familia? Un nuevo bebé, un nuevo inquilino o incluso otra mascota u otro gato puede alterar a tu amigo felino y causarle estrés.
- ¿Tu gato puede acceder a sus recursos fácilmente? Es posible que hayas movido su cama, o el acceso a un escondite. Tal vez su cama esté demasiado cerca de la lavadora. Recuerda que a los gatos les gusta la paz y la tranquilidad al comer, beber, ir al baño y, por supuesto, dormir.
- ¿Tu gato orina fuera de su arenero? Puede tratarse de una reacción de estrés causada por cualquiera de los anteriores, o puede ser que simplemente no se sienta cómodo con el sustrato que hay en su arenero.
- ¿Es posible que se aburra? Un gato que tiene acceso al exterior se mantendrá entretenido trepando árboles o explorando debajo de los arbustos, pero los gatos de interior necesitan apoyo, enriquecimiento de su entorno, muchos lugares para escalar, explorar y, por supuesto, muchos ratos de juego contigo.
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