¿Por qué a los gatos les gusta trepar a los árboles? ¡Explicado por un gatito!
¡Miau! ¡Miau! ¡Mira qué preciosidad de árbol! Me pregunto hasta dónde puedo trepar antes de quedarme atascado y no ser capaz de bajar.
¡No es que quiera quedarme ahí arriba! Especialmente después de ver cómo se quedó atascado en un árbol el gato del vecino. Su humano tuvo que ir a buscar una escalera para intentar bajarlo. Todo el mundo estaba enfadado. Aunque, al final, el gato consiguió bajar él mismo‚... ¡pero muy despacito!
Normalmente los gatos son muy buenos para escalar. Tenemos garras retráctiles que nos ayudan a agarrarnos y mantenernos seguros cuando estamos subiendo. Pero bajar, ¡ay!, eso es otro cantar. Nuestros cuerpos son más expertos en subir porque usamos nuestras patas traseras para empujarnos hacia arriba, ¡pero no estamos tan preparados para bajar!
Somos buenos para bajar de un salto desde ciertas cosas (podemos saltar fácilmente desde una valla o un estante alto) pero si nos subimos demasiado arriba en un árbol, se convierte en una distancia demasiado grande y nos asustamos. A decir verdad, normalmente podemos caminar de rama en rama y llegar abajo sin dificultad‚... pero cuando nos emocionamos demasiado ¡es cuando nos quedamos atascados!
Aunque hay otras razones por las que nos gusta trepar a los árboles.
¿Por qué a los gatos les gusta trepar a los árboles?
¡El de arriba lo ve todo!
Nos gustan los lugares elevados que nos permiten vigilar nuestro territorio. Nuestros antepasados se sentaban tranquilamente en un árbol para avistar a cualquier presa que se atreviera a entrar en su territorio, y los gatos de hoy hacen lo mismo. Vi un ratón el otro día, él no podía verme, pero me escuchó y se alejó antes de que pudiera bajar del árbol para atraparlo. Es una pena... ¡pero fue muy divertido intentarlo!
Los árboles son buenos lugares de descanso.
Los árboles a menudo cuentan con excelentes lugares donde podemos echar una siesta. Algunas ramas son bastante anchas y confortables, y como somos unos maestros del equilibrio, podemos acostarnos en ellas sin ser molestados. También podemos cubrirnos con las hojas y desaparecer de la vista de todos. ¡Genial!
¡Los perros no pueden trepar a los árboles!
A veces me persigue ese molesto perro que vive en mi casa; a pesar de que mi humano ha tratado de ayudarnos a llevarnos bien, a veces me acecha cuando ella no está mirando. Pero nunca me atrapa porque doy un salto, me subo al árbol y le lanzo un buen bufido para demostrarle quién manda. ¡Lo único que puede hacer él es ladrar! ¡Ja!
Nos hace sentir seguros
Mis humanos a menudo reciben visitas de otras personas. Como los extraños me ponen un poco nervioso, me suelo marchar sigilosamente y, a menudo, me subo a un árbol en el jardín para mantenerme alejado de todo el alboroto. Podría bajar después de un tiempo para verlos, especialmente si tienen un regalo para mí, pero me siento bastante cómodo en mi árbol donde puedo disfrutar de algo de paz y tranquilidad.
La escalada es buena para los gatos
Usar nuestras garras para escalar el tronco de un árbol no solo nos ayuda a trepar muy rápidamente, sino que también ayuda a evitar que nuestras garras crezcan demasiado. Todo el estiramiento y los saltos mantienen nuestros cuerpos fuertes y flexibles, y ayuda a que nuestros otros sentidos también estén en condiciones óptimas. ¿Sabías que usamos nuestros bigotes para encontrar nuestro camino a través de todas las hojas? Los bigotes son nuestra mejor herramienta de navegación.
Nos encanta la aventura
A los gatos no se nos escapa nada: tenemos ojos que pueden ver en la oscuridad, y son mucho más sensibles al movimiento que los ojos de un humano. Podemos ver pájaros, animales o pequeñas criaturas moviéndose, y es muy difícil resistirse a perseguirlos, por lo que nos gusta salir a una aventura llena de acecho, saltos y capturas.
Mis humanos hacen todo lo posible para asegurarse de que tengo todo lo que necesito, y que me siento feliz y tranquilo cuando estoy escalando en casa‚... ¡qué majos que son! Imagina, hasta utilizan FELIWAY® Optimum para ayudar a crear un ambiente tranquilo y reconfortante para que yo explore. Son mis favoritos.
Algunos de mis amigos felinos son gatos de interior, por lo que necesitan lugares para escalar, como torres para gatos, muebles, estantes altos o un agradable y acogedor alféizar de la ventana para asegurarse de que tienen un lugar al que retirarse. Toda esa escalada y salto les proporciona un necesario ejercicio.
Sé que no siempre seré tan jovenzuelo como ahora, así que estoy encantado de que mis humanos ya tengan las cosas en su lugar para mantenerme activo cuando sea mayor... pero para eso falta muchísimo tiempo todavía, ¡no olvides que los gatos tenemos siete vidas!
Mmmm‚... me está entrando un poco de sueñecito, y esa rama que acabo de ver tiene la cantidad de sol perfecta. Creo que es hora para una siesta gatuna.