14 cosas que hacer y que no hacer con tu gato
Aunque nos encanta mostrar afecto a nuestros gatos -y a ellos les suele encantar recibirlo-, cuando se trata de ser acariciados y mimados, la mayoría de ellos agradecen breves periodos de interacción. Ser tocado puede ser una sensación adquirida para los gatos. Socializar a los gatitos desde una edad temprana (de 2 a 7 semanas) y más allá, puede ayudarles a aprender a disfrutar de la interacción física y la atención por tu parte.
Por supuesto, todos los gatos tienen su propio carácter y sus propias preferencias. A algunos les encanta que les acaricien, mientras que otros prefieren que les hagan cosquillas en la barbilla. Algunos son gatos falderos, mientras que otros prefieren sentarse a tu lado en el sofá.
Si no estás seguro de por dónde empezar a interactuar y tratar a tu gato, nuestra experta en "Gatos Felices", la Dra. Lauren Finka, ha elaborado estas directrices "CAT" para interactuar con su gato:
- C = control. Deja que tu gato elija si quiere interactuar contigo o no, y permítele controlar la situación en todo momento, siendo libre de decidir por sí mismo cuándo quiere alejarse.
- A = atención. Mantente atento a las señales del lenguaje corporal (como el movimiento de la cola) que indican que tu gato cree que ha llegado el momento de parar. A algunos gatos les agobian demasiadas caricias; un minuto pueden estar ronroneando y al siguiente pueden darte un "mordisco de amor" (lo que a veces se denomina agresión por caricias).
- T = Tocar. Piensa dónde estás tocando a tu gato. Muchos gatos prefieren que se les acaricie suavemente alrededor de la cabeza y las orejas, pero detente siempre cada poco segundo para comprobar si están contentos de que continúes o si quiere alejarse.
14 puntos a tener en cuenta
Lo más importante a la hora de interactuar con tu gato es entender su lenguaje corporal. Aprende a saber cuándo está dispuesto a interactuar contigo y a entender cuándo quiere que le dejes en paz.
Lo que hay que hacer
1. Aprende a “manipular” a tu gato
Si tienes que coger a tu gato, asegúrate siempre de que se siente seguro y apoyado debajo (con una mano sujetándole el pecho y la parte posterior del lomo), y evita colgarlo en el aire. No le agarres por la piel de la nuca. Ten cuidado al colocarlo en el suelo: algunos gatos pueden querer saltar o zafarse de tus brazos desde una altura, pero trata de evitarlo para que no se haga daño.
2. Conoce los mejores lugares para acariciar a un gato.
Cuando acaricies a tu gato, deja siempre que se acerque a ti y luego acarícialo suavemente alrededor de la cabeza. La parte superior de la cabeza, alrededor de las mejillas, la base de las orejas y debajo de la barbilla pueden ser sus lugares favoritos.
3. Crea un entorno tranquilizador
Además de asegúrate de que sus recursos (comida, agua, bandeja sanitaria, cama cómoda y juguetes) estén siempre cerca, utiliza FELIWAY ® Optimum para favorecer la tranquilidad de tu gato. Enchúfalo en la habitación donde interactúas con tu gato para crear un ambiente relajante para él.
4. Ponte a su altura
Recuerda que tu eres es mucho más grande que su gato. Podría verte como una amenaza, así que intenta ponerte a su altura si es posible, o siéntate a su lado en el sofá. Así se sentirá menos intimidado, sobre todo si te está conociendo.
5. Cuidado con los perfumes fuertes
Presta atención a los olores: evita, por ejemplo, llevar perfumes muy perfumados, ya que los gatos tienen un sentido del olfato muy sensible y pueden sentir aversión.
6. Utiliza el entrenamiento
¿Sabías que es posible entrenar a un gato? El adiestramiento puede ayudar a tu gato a tolerar actividades como la manipulación en distintas situaciones: acicalamiento, corte de uñas, visitas al veterinario, etc. Unas sesiones de adiestramiento breves y regulares ayudarán a tu gato a adaptarse a ser manipulado con regularidad.
7. Vigila si hay niños cerca
Los niños se sienten atraídos por los gatos y quieren tocarlos a toda costa. Así que enséñales a cómo deben interactuar con tu gato para evitar que se sienta molesto.
8. Reconoce los signos de que a tu gato le gusta que lo mimes
- Ronroneo. Es el más obvio y el que reconocerá la mayoría de la gente. Pero hay diferentes ronroneos, así que aprende a entender la diferencia entre un ronroneo feliz y uno infeliz.
- Amasamiento. Es posible que hayas visto a tu gato "hacer pan" con las patas. Se trata de un instinto natural que el gatito aprende cuando aún está en la camada con su madre.
- Frotarse contra ti. Esto es señal de que tu gato está contento de interactuar contigo, pero no significa que quiera que lo mimes mucho. Deja que tu gato se acerque primero a su manera y probablemente se frotará contra tus piernas para dejar su olor y feromonas en ti, una buena indicación de que está contento de estar contigo.
- Mover la cabeza para animarle a que le acaricies (¡un codazo!). Esto significa que está disfrutando de la interacción contigo y que has aprendido dónde le gusta que le acaricies.
- Sin tensión corporal. Aprende a "hablar como un gato" y reconocerás que cuando los ojos de tu gato están cerrados o semicerrados, normalmente se siente relajado. Sus orejas también estarán hacia delante, con los bigotes relajados.
- El parpadeo lento. Quizá te sorprenda saber que cuando estás tocando y acariciando a tu gato y éste cierra y abre los ojos lentamente, no es porque tenga sueño, sino porque te está sonriendo. Es un buen indicio de que está disfrutando del tiempo que pasa contigo.
9. Vigila con los cambios
Si tu gato reacciona de forma diferente a sus interacciones normales, y parece incómodo con la forma en que lo tratas normalmente, sería aconsejable que te pusiera en contacto con tu veterinario, ya que puede haber una razón médica, como una zona dolorida, que podría ser la causa.
Lo que no hay que hacer
10. No ignores las señales de que tu gato no quiere ser acariciado
Acariciar a un gato en la base de la cola o en el vientre puede provocar respuestas negativas, por lo que debe abstenerse de hacerlo en esas zonas. Las señales de que no quiere que le acaricien pueden ser:
- Cola agitada
- Sacudidas de piel y pelaje en la espalda
- Orejas pegadas a la cabeza
- Pupilas dilatadas
- Aspecto tenso
- Un gruñido bajo (no un ronroneo)
- Se aleja
- Incluso podrían empezar a acicalarse como diciendo: "¡Lo siento, estoy ocupado en este momento!".
Sin embargo, cada gato responderá de una manera diferente, así que conoce a tu gato y ofrécele solo mimos cuando veas señales positivas.
11. Evita los ruidos fuertes
Elije el momento y el lugar adecuados para mimar a tu gato. Asegúrate de crear un ambiente tranquilo y de que no haya ruidos bruscos que puedan sobresaltarle.
12. No hagas suposiciones
Ten en cuenta la personalidad y las necesidades de tu gato, y no des por sentado que quiere que le acaricien sólo porque tu quieres. Puede que prefiera pasar un rato jugando contigo en lugar de que le acaricies, o que prefiera sentarse cerca de ti en lugar de en tu regazo. Averigua cuáles son los gustos de tu gato.
13. No utilices la fuerza
Si tu gato muestra signos de que no se siente cómodo al ser mimado, no le fuerces ni le reprendas, ya que empeorará la situación. A los gatos no les gusta que les sujeten, así que permítele alejarse cuando quiera. Es importante que pueda elegir.
14. Respeta sus zonas prohibidas
Evite las zonas en las que a tu gato no le gusta que le toquen. Por ejemplo, a los gatos no les suele gustar que les toquen la barriga, aunque se sientan lo bastante cómodos como para mostrártela. Ten en cuenta que la base de la cola de un gato es muy sensible, por lo que aunque tu gato parezca estar cómodo con que le toques esta zona, debes ser delicado, ya que de lo contrario esta interacción puede resultar desagradable para él.